¿Qué es más importante a la hora de contratar a un colaborador: las competencias conductuales o los conocimientos técnicos?
Esta es una pregunta que podría desencadenar un gran y productivo debate entre los profesionales de Recursos Humanos y los gestores de equipos. Sin embargo, lo más probable es que no pudieran elegir entre los dos. ¿De qué sirve tener un excelente profesional a nivel técnico si no tiene habilidades interpersonales e intrapersonales? Estas dos áreas de habilidades complementarias se pueden aprender y desarrollar a lo largo de la carrera profesional. Sigue leyendo para saber más sobre soft y hard skills.
¿Qué son las soft skills?
Soft skill es un término utilizado para definir las competencias conductuales. Suelen ser habilidades cognitivas difíciles de evaluar, son habilidades relacionadas con las aptitudes personales para interactuar con otras personas. Por lo tanto, soft skills se refiere a atributos que se pueden trabajar y desarrollar. Sin embargo, no son son conocimientos técnicos, es decir, no son hard skills.
¿Qué son las hard skills?
Mientras que las soft skills se relacionan con las habilidades conductuales, las hard skills son las habilidades técnicas de una persona. Son habilidades aprendidas, por ejemplo, a través de cursos, formaciones, talleres, etc. Son las habilidades que están incluidas en los planes de estudio, por ejemplo. Las hard skills se aprenden a lo largo de la vida y son más fáciles de evaluar.
Por qué es importante desarrollar soft skills?
Como acabamos de ver, las soft skills son habilidades socio-conductuales que se pueden desarrollar y trabajar a lo largo de la carrera profesional. Si bien la contratación de un nuevo empleado muchas veces se debe a la competencia técnica, la permanencia en la empresa muchas veces se debe más a la capacidad socio-conductual.
El mercado laboral busca cada vez más profesionales altamente cualificados que sepan relacionarse con otras personas en diferentes momentos. Un buen desempeño profesional no depende sólo de los conocimientos técnicos, sino también de la forma en que esta persona se enfrenta a las situaciones adversas.
5 ejemplos de soft skills:
Integridad y ética;
Aprendizaje continuo;
Adaptabilidad;
Automotivación;
Inteligencia emocional;
Parece ser que la inteligencia emocional es la soft skill más buscada en el mundo laboral. Las emociones influyen directamente en nuestra vida diaria. Desde el momento en que logramos identificar nuestras propias emociones, resulta más fácil interpretar las actitudes de los demás. Saber identificar las emociones y gestionarlas marca la diferencia en el ámbito profesional. Gestionar adecuadamente las emociones también nos ayuda a superar las creencias limitantes y nos permite aprovechar todo nuestro potencial. Las emociones son poderosas, afectan la toma de decisiones y, por ejemplo, la forma en que tratamos a los demás. Saber lidiar con las emociones negativas forma parte de la inteligencia emocional.
Esta es una soft skill muy valorada en cualquier sector o posición. Un buen líder es aquel que consigue sacar lo mejor de sus empleados y persuadirlos para que trabajen hacia un objetivo común. La inteligencia emocional contribuye a llevar a cabo un liderazgo positivo y a saber sacar lo mejor de tu equipo.
¿Te ha gustado este contenido? Deja tu comentario aquí, compártelo en tu LinkedIn y etiqueta a Glorick.