En 2022, las empresas españolas dispusieron tan solo del 46% del crédito que tenían a disposición. Si una buena parte de este desperdicio de recursos y oportunidades se debe a la falta de información sobre la existencia o cómo acceder a la formación bonificada, un parte aún mayor y más preocupante es la de las empresas que no bonifican por el miedo a que sus trabajadores no finalicen las acciones formativas.
FUNDAE y los idiomas
La formación bonificada a través de FUNDAE (Fundación Estatal para la Formación en el Empleo) es una oportunidad clave para muchas empresas y trabajadores en España. Este sistema permite que las empresas recuperen parte de la inversión destinada a la capacitación de sus empleados a través de créditos formativos. Sin embargo, cuando se trata de la formación en idiomas, especialmente en modalidad de teleformación, muchas organizaciones sienten una gran preocupación por no cumplir con los requisitos y, en consecuencia, perder la posibilidad de bonificación. Este temor es comprensible, pero existen soluciones prácticas para garantizar que la formación sea bonificable y, al mismo tiempo, logre los resultados esperados.
¿Por qué surge el miedo a no bonificar la formación?
El miedo a no lograr la bonificación con FUNDAE tiene su origen en la complejidad de los requisitos y procesos que se deben cumplir. FUNDAE establece normas rigurosas para asegurar que la formación sea de calidad y se ajuste a los criterios necesarios para ser subvencionada. En la modalidad de teleformación, este temor se intensifica debido a factores como:
1. Control de asistencia: En cursos presenciales, es fácil llevar un control del número de horas que un alumno asiste, pero en teleformación, la asistencia debe demostrarse mediante la participación activa en la plataforma y cumplimiento de actividades.
2. Adecuada justificación de la formación: Las empresas temen no poder justificar correctamente que el curso es relevante para el puesto de trabajo del empleado, lo cual puede ser un requisito esencial para FUNDAE.
3. Correcta documentación: Los aspectos administrativos, como la correcta entrega de la documentación requerida en los plazos estipulados, son una fuente de estrés. Un error pequeño en la tramitación puede significar la pérdida del derecho a bonificación.
4. Seguimiento de la formación: Es crucial que el curso esté bien diseñado, con un contenido adecuado, y que se pueda hacer un seguimiento efectivo del progreso de los alumnos para cumplir con los estándares de calidad.
¿Cómo garantizar el éxito y la bonificación en la teleformación de idiomas?
Afortunadamente, existen varios pasos clave que las empresas y proveedores de formación pueden tomar para asegurar que la formación en idiomas, en modalidad de teleformación, sea exitosa y cumpla con los requisitos de FUNDAE.
1. Elección de un proveedor con un modelo pedgógico sólido
Si eliges a un partner adecuado como Glorick 😃, has hecho 80% del trabajo. Es fundamental este paso, de hecho hemos creado una plantilla para ayudar en el proceso de selección del proveedor. Bonificar depende, en primer lugar, del éxito formativo.
2. Claridad en la documentación y justificación
Para evitar problemas con la bonificación, es fundamental que tanto el proveedor como la empresa cuenten con un sistema claro de gestión documental, que es nuestro caso. Explicar muy bien a todos los stakeholders los pasos del proceso reduce muchísimo las incidencias, sobre todo si va acompañado de herramientas y metodologías diseñadas para el efecto.
3. Diseño de un plan de formación personalizado
El éxito formativo depende en gran medida de que el curso esté adaptado a las necesidades de los participantes. En el caso de los cursos de idiomas, es esencial:
- Evaluar el nivel inicial: Realizar una evaluación previa del nivel de los participantes permite diseñar un curso adaptado a sus necesidades y evita la frustración por cursos que no se ajustan a su nivel de competencia.
- Establecer metas claras: Definir los objetivos lingüísticos de forma clara y medible garantiza que los participantes tengan una meta alcanzable. Esto es crucial tanto para el éxito del curso como para la justificación ante FUNDAE.
- Acompañamiento personalizado: La teleformación no significa que los alumnos deban estar solos. El acompañamiento por parte de un formador es vital para el seguimiento del progreso y el apoyo necesario. Además, FUNDAE valora positivamente la figura del tutor, ya que asegura que los alumnos cuentan con asistencia durante el curso.
El último paso para garantizar la bonificación es asegurarse de cumplir con los plazos administrativos y los requisitos de presentación de documentación ante FUNDAE. Una parte importante del proceso formativo es la evaluación del curso. Incluir encuestas de satisfacción a los alumnos y tener un proceso de evaluación final de conocimientos es crucial para mostrar el impacto real de la formación.
Conclusión
El miedo a no bonificar la formación con FUNDAE es una preocupación válida, pero que se puede mitigar con una correcta planificación y gestión. En los cursos de idiomas en modalidad de teleformación, es fundamental contar con una plataforma adecuada, un plan formativo bien estructurado, un sistema de documentación claro y un equipo de formadores que acompañen al alumno. De esta manera, las empresas pueden asegurarse no solo de cumplir con los requisitos para la bonificación, sino también de que la formación sea realmente efectiva y aporte valor a los empleados.
Si bien el proceso puede parecer complejo, con los recursos y el enfoque adecuado, es posible maximizar el éxito de la formación en idiomas y aprovechar las ventajas de la formación bonificada.